Ante el deceso físico de Alejandro Sabella, ex técnico de la Selección Argentina, recordamos la gran final de Brasil 2014, el hito histórico mas grande de su carrera a nivel selección y una de las alegrías mas grandes de esta generación.

El 13 de Julio de 2014 el seleccionado argentino lograba llegar a una nueva instancia final en la Copa del Mundo. Sin embargo no fue así de simple, la Selección Argentina de la mano de Pachorra, recorrió un intenso camino por las ciudades de Brasil y con rivales aún más duros para llegar ese último paso.

Suiza, Bélgica, Holanda fueron algunas de las victimas del fútbol que destacó a la Argentina con la mano de Alejandro Sabella en ese certamen mundial. Cada paso se vivió y se sufrió al fiel estilo de la selección, que en ningún momento fue candidato y aún así no se detuvo hasta el ultimo minuto de esa tarde del 13 de Julio.

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Luego del milagro en los penales ante Holanda, el partido mas difícil de la Albiceleste en ese mundial, llegó ese día tan esperado y ansiado por todos los argentinos de, otra vez, tener la oportunidad de poder ser campeones.

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Los días previos a ese momento fueron de festejos y gran alegría, casi que quedaba lejos pensar que el rival era Alemania y que no habíamos podido ganarle desde la final de Italia 90, pero esta sería nuestra final después de mucho tiempo y la esperanza de repetir eso de 1986 que cuentan se hacia mas grande.

Ese 13 de Julio de 2014 la Selección Argentina cayó por un solo gol después de haber hecho un gran partido en los 90 minutos, las injusticias y los desfavorecimientos los dejamos a un lado con el tiempo ya que este equipo y esta actitud dejaron un legado imborrable para la generación más joven y futura en este deporte.

Toda esta gran campaña de la mano de Sabella de carácter y constancia además de la educación dio lo mejor que la nueva generación puedo ver a nivel nacional, una final del mundo y un mundial de valores y héroes que se recordará siempre en la historia del deporte.

«Las adversidades forman parte de nuestro camino y nos obligan a ser mejores. Y no se olviden nunca de dos palabras que son fundamentales: por favor y muchas gracias» – Alejandro Sabella.